PREGUNTAS FRECUENTES

Aclara aquí tus dudas sobre células madre, criopreservación y Celvitae.

Preguntas frecuentes

Actualmente, se utilizan principalmente las células madre hematopoyéticas. Se trasplantan a pacientes sometidos a quimioterapia y radioterapia, tratamientos en los que se eliminan las células cancerígenas que causan enfermedad. Desafortunadamente, estos dos tratamientos no sólo eliminan las células madre cancerígenas, sino también las células madre sanas de la médula ósea (el órgano responsable de formar todas las células y derivados celulares que circulan por la sangre).

El trasplante de células madre se lleva a cabo con el objetivo de regenerar el sistema sanguíneo e inmunitario del paciente. Las células madre trasplantadas proliferan en la médula ósea, dando lugar a nuevas células sanguíneas y regenerando el sistema inmunitario.

Por otro lado, se están llevando a cabo diversos estudios para conseguir la reparación de lesiones en órganos y tejidos, como por ejemplo la cicatriz cardíaca que se forma tras un infarto. Son tratamientos experimentales que todavía no se aplican de forma sistemática.

A día de hoy, las células madre de la sangre del cordón umbilical se usan para tratar más de 80 enfermedades. Para la mayoría de estas enfermedades el trasplante alogénico es el indicado. Además, existen más de 400 ensayos clínicos abiertos que muestran el futuro prometedor para el tratamiento de enfermedades.Para enfermedades adquiridas, el trasplante autólogo (en el que donante y receptor son la misma persona) es el recomendado, aunque su uso es muy poco probable.

Para enfermedades congénitas, se recomienda el trasplante de células madre procedentes de un donante emparentado.

Con el fin de minimizar los posibles efectos secundarios, los médicos buscan las células madre más compatibles con el paciente para cada trasplante. Cada persona tiene un conjunto distinto de proteínas, llamadas antígenos del grupo leucocitario humano (o HLA, del inglés “Human Leucocite Antigen”) en la superficie de las células. Este conjunto de proteínas, llamado tipo HLA, se identifica por medio de un análisis especial de sangre.

Cuanto mayor es el número de antígenos HLA compatibles entre la muestra y el receptor del trasplante, mayor será la posibilidad de que el cuerpo del paciente acepte las células madre del donante. En los casos de transfusión de sangre de cordón umbilical, debido a la inmadurez característica de estas células se consideran compatibles las personas que comparten 4 de un total de 6 marcadores HLA (4/6 HLA). Es decir, con un 67% de similitud de HLA, se puede hacer un trasplante.

En las otras fuentes de células madre (médula ósea o sangre periférica) se necesita una compatibilidad mayor, de 9/10 HLA, ya que se trata de células menos plásticas e inmunológicamente más restrictivas porque provienen de tejidos de una persona adulta. En este caso se necesita más similitud HLA, en concreto se requiere un 90% de similitud.

La probabilidad de compatibilidad entre hermanos es del 25%, muy superior a la probabilidad de ser compatible con cualquier otra persona, que se calcula que es de 1/40.000 (0,00002%).

El rechazo de un trasplante se produce cuando el sistema inmunológico del paciente receptor reconoce a las células infundidas como ajenas y dañinas y las ataca con la finalidad de eliminarlas.

En el trasplante de células madre hematopoyéticas (las presentes en la sangre del cordón umbilical) el fenómeno del rechazo se da a la inversa: las células trasplantadas rechazan los tejidos del paciente receptor. Es lo que se conoce como enfermedad injerto contra huésped o GVHD (del inglés Graft Versus Host Disease).Los trasplantes con sangre de cordón umbilical comportan un menor riesgo de desarrollar GvHD, ya que estas células madre tienen menor probabilidad de ser reconocidas por el paciente receptor como células ajenas al organismo; menos aún cuando las células trasplantadas provienen de sangre de cordón umbilical de un donante emparentado compatible.

Fuente: «History of umbilical cord blood trasplantation» E. Gluckman, 2010

Sí. Los resultados de numerosas investigaciones demuestran que las células madre de la sangre de cordón umbilical están menos desarrolladas, menos especializadas y, además, pueden proliferar con más rapidez que las células madre derivadas de la médula ósea o de la sangre periférica. Esto se refleja en una mayor tasa de éxito en los trasplantes, es decir, con menos complicaciones postrasplante, en comparación con los trasplantes de médula ósea.

Criogenizar las células madre de la sangre de cordón evita que sigan desarrollándose y, por tanto, no envejezcan o que se puedan dañar en etapas posteriores de su desarrollo.Además, la sangre del cordón no contiene células cancerígenas ni infecciones víricas, que aparecen posteriormente por factores externos.

Fuente: Thakahashi et al. (Blood 2004)

Hasta ahora, se ha utilizado la sangre de cordón umbilical en más de 40.000 trasplantes, tanto con niños como con adultos.

En los últimos años, la investigación ha demostrado que las células madre de la sangre del cordón umbilical tienen la capacidad de transformarse en otros tipos de células como, por ejemplo, células neuronales o musculares. Aunque, actualmente, este tipo de terapia celular se encuentra en fase de ensayos clínicos experimentales.La investigación cada vez está más orientada a descubrir la utilidad potencial de las células madre para tratar enfermedades como la diabetes, las enfermedades coronarias y hepáticas, la distrofia muscular, lesiones en la médula espinal e infartos cerebrales, entre otras. Todas estas investigaciones se encuentran de momento en fase experimental.

Fuente: Gluckman (Haematologica, 2009). – Hematopoietic stem cell transplantation in Europe 2014 – EBMT

El primer trasplante de cordón umbilical se llevó a cabo en Francia el año 1988 a un niño que padecía Anemia de Fanconi y recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical de un hermano compatible. Desde entonces, se han realizado más de 40.000 trasplantes de sangre de cordón umbilical en niños y adultos. En la mayoría de los casos han sido tratamientos alogénicos, en el que el donante y el receptor son personas distintas.

A finales del año 1995, la oportunidad de recoger y almacenar la sangre de cordón se convirtió en una tecnología accesible para todos los ciudadanos, que se ha ido introduciendo paulatinamente en los países más avanzados.

Fuente: Hematopoietic stem cell transplantation in Europe 2014 – EBMT

La sangre de cordón se extrae del cordón umbilical una vez seccionado después del parto y antes de que se desprenda la placenta. El proceso de extracción es muy sencillo, totalmente indoloro, no invasivo y no interfiere con el resto de actuaciones dentro del protocolo del parto.

No, en absoluto. La sangre del cordón se recoge una vez el bebé ha nacido y se le ha cortado el cordón umbilical. El proceso de recogida lleva unos 5 minutos, es sencillo, indoloro y totalmente seguro tanto para ambos.

Si el parto es por cesárea, la sangre de cordón se recogerá inmediatamente una vez haya nacido el bebé, al igual que en el caso de los partos vaginales.

No hay ninguna contraindicación expresa para no hacer la recogida de la muestra. La extracción de SCU no estará indicada cuando a juicio del responsable último del parto, se presente cualquier circunstancia que altere la salud materna y/o fetal durante el parto o se entienda que la extracción de la sangre puede interferir en la atención adecuada a la madre o al recién nacido (“Limitaciones del procedimiento de extracción” del PNSCU).

Los análisis que se llevan a cabo en nuestros laboratorios de procesamiento en España, se realizan tanto a la muestra de sangre de cordón como a la muestra de sangre materna, que se extrae el día del parto, para descartar posibles infecciones.

El análisis de la muestra de sangre de cordón permite obtener los parámetros necesarios para evaluar la calidad de la muestra, descartar contaminaciones bacterianas o fúngicas que hayan podido darse durante la extracción o posibles infecciones de transmisión materno-fetal. El análisis de la sangre materna permite controlar con minuciosidad las posibles infecciones que podrían afectar a la muestra de sangre de cordón umbilical.

En caso de que las células madre conservadas sean requeridas para la realización de un trasplante de células madre, el equipo médico deberá ponerse en contacto con Celvitae con la finalidad de organizar la logística y otros trámites para proceder a entregar las células madre. Este procedimiento se realizará previa consentimiento por escrito de los propietarios de la muestra.

Hay dos opciones disponibles con respecto a los bancos de sangre del cordón umbilical:

  • Un banco familiar, como por ejemplo el Banco de Células Madre de de Celvitae, para el trasplante autólogo o alogénico para donantes emparentados. La muestra, propiedad de la familia, es custodiada en un banco de tejidos familiar hasta su eventual uso si la familia lo requiere. La muestra es 100% compatible con el propio donante (el bebé) y guarda una mayor probabilidad de compatibilidad con hermanos del donante frente a donantes no emparentados.

 

  • Bancos públicos para trasplantes alogénicos para receptores no emparentados, en lo que los padres renuncian a sus derechos sobre la sangre y la donación es altruista. Existe la posibilidad de guardar unidades para uso familiar cuando hay una indicación de trasplante de un familiar en el momento del nacimiento del bebé (donación dirigida).Todos los padres tienen la libertad de elegir si desean donar la sangre de su hijo a un banco público o conservar la sangre para el uso exclusivo de sus hijos o miembros de la familia.

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